miércoles, 26 de noviembre de 2008

Tengo una araña en la cama

-Bueno, si no vais a hacer nada, -dice...
-¿Cuál sería nuestro cometido... Señor... si optamos por ponernos a vuestro servico?
-...largaos ya.
Toingggg, por fin Rotunda dispara su flecha. Inmediatamente Arnoldo comienza sus silbidos:
-Ya conocen la estrategia, Lucrecio está protegido de las armas naturales de los malvados, puede tirar proyectiles sin romper el hechizo.
En efecto, Horacio ya está cerrando los ojos para pedir a Luvia por su hermano Lucrecio.
-No tengo hechizos, no hay nada que agarrar...-. Estólido bailotea de los nervios, aún así, prepara su agarron electrizante por si le engancha o se pone cerca. Inmediatamente su mano adquiere un brillo fosforito y vuelve a moverla como si tuviera en ella una caja con porcelana frandoriana.
En el tunel no cabe sino Lucrecio el Larva, así que pone en el suelo una rodilla preparando hachas para lanzar. Mientras, Rotunda Tundra recarga detras suyo.
El extraño, ha extendido los brazos rígidamente hacia delante, y mira extraviadamente entre ellos, la flecha de Rotunda no aparece por ninguna parte de su anatomía.
Y reciben un hechizo de sueño... Lucrecio está protegido contra el mal.
Arnodo se salva.
Rotunda se salva.
Horacio...
...cae dormidito.
-Recordad el alfiler de su solapa-. Silba Arnoldo.
Estólido...
...al suelo.
A dormir. Qué ironico, por su narcolepsia.
La señora lanza hacia Lucrecio un escupitinajo de telaraña... que resbala sobre él como si estuviera cubierto de aceite, gracias a Luvia el Ciego.
El hachazo Lucreciano parece que no quiere dar, de hecho no aparece por ningún lado, Lucrecio, confundido, se pone a buscarla.
Las rápidas flechas de la semielfa fallan y fallan. Una silba por ahí, otra por allá. Vamos, que parecería que les hubiera mirado un tuerto. (El único ojo de Horacio se mueve entre sueños por debajo del párpado como disculpándose.)
Lucrecio está tratándo de dilucidar si fue primero el huevo o la gallina.
Arnoldo le sacude una buena patada a Horacio, que empieza a balbucear: -¿qué?, mamaita...- Y se despierta.
Y luego una buena patada a Estólido...
-Peleemonos entre nosotros... ¡como la arañita no da miedo, jajajajjajajaja!-. Ahí tenemos a Rotunda.
Estólido despierta también.
-Auch!!!!...
-¿Cómo se mata una araña?... a pisotones... ¿no?-. Dice Rotunda.
-...jodidos gnomianos, hijos de una camella sifilitica!!!!
El Extraño lanza un hechizo de los de telaraña, el tío los vomita sin mover un músculo, sin utilizar componentes, sin decir esta boca es mía. Parece en trance...
El resultado, sin embargo, es irregular, Rotunda y Lucrecio se libran, Arnoldo Estólido y Horacio comen telaraña.
Lucrecio exhibe su confundido trasero a la Araña y compañía mientras ve como surgen telarañas en la retaguerdia del grupo.
-Joer, vaya mierda de mago de batalla, como ya se dijo por aqui...no resiste ni un hechizo... -. Comenta Rotunda cerrando el ojo para apuntar.
Arnoldo silba con la boca llena: -¡NADA DE ANTORCHAS!, puaf, puaf.
-...antorchas, eh?...porque estoy enredado, que si no sus ibais a enterar...
Rot, antes que el escupitinajo de la araña, consigue fallar otro disparo al Extraño Misterioso. La bicha le va a sellar el agujero del culo con el escupitinajo a Lucrecio, pero lo mueve en el último instante y cási pega a Rotunda. Finalmente se queda colgando tristemente de un ladrillo suelto.
-Lucre está protegiiidooo-. Se chotea Arnoldo.
-¡Tiradle piedras aunque sea... tenemos que hacer algo!!!-. A Rotunda se le van acabando las bromitas, pues parece claro que no están de racha.
Estólido, Arnoldo y Horacio luchan denodadamente contra la tela de araña mágica del mago puñetero. Intenta ahora su "Hacer Amiguitos..." Sus ojazos brillan seductores...
-Mmmmm-. Rotundaaa. Pero finalmente la tía le hace un garboso corte de mangas, ¡resiste!. Le güiña un ojo. Lanza la flecha. Da... El extraño hace un gesto de fastidio pero se queda tán campante. Parece que la flecha se ha quedado prendida como un adorno de su ropilla. Poca sangre, poca cosa. La oscuridad que envuelve al Extraño hace difícil apuntar.
-¡Melé, melé! si no, estamos fritos...
Lucrecio ha encontrado el norte, el hacha y el arañón, al que vuela raudo el proyectil. Esta vez no falla la puntería, y suena un golpetazo que hace encogerse al bicharraco.
Mientras tanto, Estólido Avieso sigue dando muestras de su optimismo probervial:
-Pues sí, vaya mierda de líder, vaya mierda de mago de batalla, vaya mierda de exploradora...vaya mierda de grupo, jajajajaja
-Jajajajajaja-. Responde la risa histérica de la arquera semielfa.
Lo llevais un poco mal, chicos.
Evidentemente, el tipo no sabía que los hechizos para hacer amigos no sirven de mucho en el combate, da la sensación de ser uno que de pronto tiene mucho poder, pero ha ido aprendiendo sobre la marcha, porque siguen enredados en la tela Arnoldo y el mago de Yurgain. Horacio, como es más gordo y fuerte, se ha conseguido liberar, y ahí va, renqueando sobre su pata de palo, a socorrer a sus superiores.
De nuevo tenemos la oportunidad de presenciar los efectos de un Zut-to. Pero es Rotunda Tundra la que sale perdiendo las bragas.
-Joder, tiene el repertorio completo.
¡Mama miedo!, retrocede por el túnel. Horacio la apresa, no da a basto. Hay un jaleo de cuerpos vivos y muertos, telarañas y pony que no arregla ni la misma Zyandal.
Nuestro Lucrecio vuelve a sus hachazos, pero parece como si el desorden reinante y la ausencia de su amadísimo Arnoldo a la vera lo afectara. No da ni clavo. Si acaso un horrible tajo en un ladrillo a una grán distancia de su blanco...
...y la protección contra el mal acaba de expirar.
Saca las espadas.
Arnoldo se libera.
Estolido no.
El bicho lanza un escupitinajo...
Arnoldo ayuda a Avieso.
-Sin patadas, por favor, señor Arnoldo.
Horacio está intentando retener a Rotunda.
...a Horacio.
Todos los que tratan de coger por el talle a rotunda, tienen una ocasión de oro para pillar cacho...
A Horacio le da la tela. Enredado.
-¿No es veneno?-. Arnoldo lo mira ansioso.
No, es tela.
-Tela combustible...- dice Estólido contento.
-Ah, creía que era veneno.
Tratra de inmovilizarlos
Lucrecio se lanza al ataque con las dos espadas.
Es la primera tela de la araña que da. Bien, la tela no es sólo tela. Da una extraña sensación de gustito.
Horacio se sobrepone. Nota que la tela tiene un efecto narcótico al tacto. Mentalmente narcótico. Hace una bola y se la tira al extraño. Pero falla.
Ahora comprenden las caras de las víctimas de la araña...
-Lo que no entiendo es por que no estan asadas, pero bueno...- Indignado Avieso...
Arnoldo silba que atrape a Rotunda con la tela. Pero ya surca los aires.
Hay una extraña condensación de agua en la entrada del tunel, puede que sea la causa de que no se quemara todo.
Sueño. Arno, a dormir. Lucre... (Avieso patea el esófago del jefe con mucho gusto para despertarlo) ...salva. Rot se resiste, será por el zut-to que tiene.
Horacio y Estólido salvan y patean con saña.
Siguen sujetando a Rot: -me lio a tortas!!!!- advierte aterrada.
El tío sigue impertérrito vomitando conjuros, con la mirada extraviada...
Al otro lado... -ay, que se escapa, corre, cógela bien... pero bien sujeta.
El bichejo escupe su tela a Lucrecio que ya está ahí mismo, levantando la espada amenazadoramente, a punto de dar un golpe de los suyos.
La araña le pega con la tela (y nunca mejor dicho), es buena.
Cubierto de tela pegajosa.
-Si no te han sacado los tocamientos en tus tetas, creo de veras que un par de tortas van a mejorar la situación...cuanto vicio, Yurgain...- está diciendo el lúbrico Avieso, algo asfixiado por los pechos de Rotunda.
Bueno, pues ahora melee.
Horacio pide la intervención de Luvia, quiere que juzgue y condene.
-Lucre!!! que vas solo!!!!!
Intervención divina...
...naaa. Luvia debe estar haciendo su toilette.
Lucrecio a machacar al tipo... ejm, ejm, no.
Lucrecio se para, se da la vuelta y grita: -¡SEGUID HACIENDO DAÑO A LA ARAÑAAA!
¡HACEDLA FOSFATINAAA! ¡CORTADLE LAS PATITAAAS!
-Si lo dice Lucre, hay que hacer lo contrario, ¿no?...
...¿curar a la araña?
-¡PISADLE LA CABEZAAA!
-¿Ponerle un piso?

A c o j o n a .

Arnoldo está dormidito.
Avieso enredadito.
Rot a-zut-tada.
Horacio para de conbatir y dice, -es verdad, ¡no es nuestra enemiga!
Están fuera de combate, Horacio se rinde. (De mentirijillas)
Se hace el drogado.Le había dado la tela ¿no? y ellos no lo saben seguro. Y suma dos y dos para averiguar el efecto de la tela, por su hermano.
Estolido, interpretando la maniobra de Horacio, sonrie beatíficamente aún enredado en la tela y deja de tironear.
El extraño, sigue en trance, y lanza otro hechizo. Sueño.
Lucre:
a dormir.
Rot: a dormir.
Horacio: a dormir.
Estólido: a dormir.
Bien, lo siguiente que averiguamos es que la despensa de la araña ha aumentado en cinco capullos...
Además, y dado la contínua presencia de la tela en sus cuerpos, damos por seguro el efecto final de la droga. Diez segmentos nada más. Y ya son suyos.
Los semiorcos han estado armando bulla todo el rato, pero sin decidirse a tomar medidas de momento. En cuanto se hace el silencio, comienzan a trabajar más y a hacer menos ruido: BUUUM, BUUUM, BUUUM, golpean la puerta. Pero esta vez ha sido Lucrecio con su fuerza enorme quien la ha atrancado. Con fuertes dagas de lanzar. Y la puerta es de factura enana, no es una chapuza. Todo ello los retrasa y los va poniendo más nerviosos durante el lapso de tiempo en que la araña hace su trabajo. Asi que ahora son todos amigos de el Extraño, en virtud de la droga.
-Pues se le da la razon al futuro lider de mondo y a esperar...-. Dice Avieso somnoliento, despertando entre hebras sedosas, después de tener sueños maravillosos.
Tendrán posibilidad de salvación cuando corresponda de acuerdo a las respectivas inteligencias de cada uno...
Aún no ha acabado esto.
...el extraño y la araña, ahora se dan cuenta, están mentalmente unidos...
...asi que al hacerse amigos del uno, del otro también...
-Me parece que la jefa es mamá araña-. Piensa Arnoldo. Saborea nuevas sensaciones. Una libertad desconocida.
...hasta que la situación no cambie, desde ahora son todos de índole maligna...
...el cambio, al ser involuntario, no supone un castigo de los dioses...
...no es natural...
-Nuestro honor debe ser de chiste-. Dice Estólido, completamente lúcido.
...y por supesto son leales seguidores del Extraño y sus planes...
-Ah, emmm, señor, una cosa, le pedimos que devuelva la olla a Davieso, porque nos habíamos comprometido con él.
...el extraño les deja libres, ahora sí que está seguro de ellos...
-Vuestra misión es conquistar Jonid. De la siguiente manera:
...
-Habrá que firmar un contrato, y eso... señor-. Dice Estólido. (-A ver que pone el contrato...jejejeje.)
...debeis atraer cuantos más seres mejor hasta mi y mi amiga...
-Nos lo vamos a pasar, aaah, pipa, señor.
...para que se conviertan, como vosotros...
-Pues abra la puerta.... hay 30 semiorcos-. Dice Rot.
-¿Seres? ¿no especifica el tamaño?
Lucrecio va a hacer eso exactamente. Parece triste.
-No, con tal de que sean inteligentes y humanoides...
-O sea, que valen enanos enanos...mnnnnnn...interesante...
..., cumpliendo eso...
Lucrecio lo hace con buena intencion pero es tonto...
...sois libres de seguir vuestras vidas en libertad. Aventuras y esas cosas...
...Lucrecio se acerca a la puerta llorando un poco...
... en fin, queridos súbditos, lo que os de la gana. El Extraño, Taner por nombre, hace ya un tiempo, disfruta febril de las nuevas posibilidades que se le abren con semejante reclutamiento.
-No termino de captar el vínculo que nos une al futuro monarca de mondo...ni las restricciones que impone su señoría-. Dice Avieso, gustoso por los detalles.
Todos prestan atención, incluido Lucrecio que se ha dado la vuelta momentaneamente en su camino a la puerta.
-Lo que quiero es que haya cada vez más infiltrados en puestos clave...
-Quiero decir, señor, que si nos dedicamos a traer gente, esa es nuestra misión, no podemos ir a otro sitio.
-Claro, de momento, pero más adelante sí podreis.
-Señor, aaah, necesitamos la olla, nos hemos, mmmh, comprometido. Pero espero atraer aquí al mismo Davieso. La necesitamos como cebo.
Están bajo los efectos de la droga.
-Si tenemos a Davieso con nosotros, eeeemh, podremos abrir la olla, señor.
-Oye una cosa, -dice Rotunda- ¿no podra resucitar a nuestro hada duende?
Estólido se ofrece voluntario para atraer a los enanos enanos, con el pony como cebo.
Lucrecio vuelve a su tarea, dentro de poco los orcos deberían estar entrando a raudales.
Dentro de sus posibilidades, como harían con un amigo al que adoraran y quisieran agradar, llevarán gente. Pero obviamente, de forma natural, dejarán tiempo para vivir sus vidas, tomar unas birras, cosas de esas.
Se sienten deseosos de estar cerca de la araña y su emperador todo lo posible, asi que con frecuencia querrán visitarles. Con lo cual el contacto se renovará, o no, si no se produce con éxito, no son imposibles los fracasos de la droga, pero, de momento, querrán volver...
-Estámos enamorados, está claro-. Estólido Avieso ha puesto unos ojillos de querer que dan muy mala espina.
Lucrecio se para un instante a suspirar. Ahora llora abiertamante, de felicidad.
-Bien, ahora en cuanto a Davieso-, continua el Axtraño, -y su olla, de todos los despojos que recogí, cojed lo que querais, despues de todo, sois mis amigos. Aquí estais bajo protección.
Y en cuanto a Lucre, abre la puerta y corre...
Y un torrente de orcos se precipita, con ganas de sajar todo lo que se mueva. Lucrecio se pone detrás de la araña, dispuesto a defenderla con su vida.
Estolido prepara el agarrón electrizante.
-Lucrecio, ¿cómo te pones detrás de la araña?-. Grita rotunda Tundra. Qué ironía... siendo Lucrecio. Pero al fin y al cabo, ahora todos son malignos...
-Será delante, ¿no?.
...y cree que ella le proteje, es su amiguita...
¡¡¡¡¡¡¡¡Ahora es un ogro de verdad!!!!!!!!!
Malo, malo, malo. Comeniños.Ahora es un poco cobarde, ella es taaan poderosa, seguro que se hace con los semiorcos.
De momento, el Extraño conjura un sueño.
Lucrecio espera quitarle algo de trabajo, eso es todo.
Siete de ellos caen.
-¿Cómo?-. Arnoldo está obnubilado con el poder.
Orcos, dormiditos.
Llueven proyectiles.
-Joder.....menudo manojo de semiorcos-. Rotunda se ha puesto en su posición acostumbrada, dirige Arnoldo. El grupo en bloque se encuentra detras de mamá.
Se llevan una sorpresita.
Arnoldo empieza a dirigir a todo el mundo desde la retaguardia.
Bron el Pipas, el mulero que tendría que estar con Abdel Razzag, ¡es uno de los líderes de los semiorcos!
Es un semiorco guapo...
...no se nota que es orco.
El Extraño ordena retirada, al fin y a la postree. Arnie, ADOOORA, al querido extrañito y obedece, los demás van con él.
En la esquina de la sala del Extraño, opuesta al tunelillillo, hay un pozo redondo y sin brocal y gracias a la araña que les cubre las espaldas pueden bajar por unas muescas y se encuentran en una amplia caverna, de techo alto de unos dos a cuatro segmentos dependiendo del lugar exacto de la cueva. El suelo es de arena como de playa, parece haber sido tallada por el agua, ser natural, segun Estólido.
-¿Dónde está la olla?.
Los orcos intentan bajar pero al ir de pocos en pocos acaban muertos o convertidos.
Tendrán unos nuevos amiguitos.
-Y la olla, -dice el extraño-, estaba en la carreta que se quemó... supongo que estará entre los restos... no le di mucha importancia...
-¡Pues vaya estúpido!-. (Arnoldo gusta de ser sincero con sus amigos)
-Es que comparado con lo que estaba pasando, un asunto como el de la olla, aunque importante, era secundario.
-Pues nosotros tenemos un compromiso, señor.
-Nadie os quita de ir ahora mismo a por ella.
-Pues si, y ya que somos amigos bien podría echarnos una mano en eso-. Tercia Estólido frotándose las manos.
Con los orquitos ya domesticados.
-Pero fue Avieso el que registró el escenario del incendio.... y no la vió, allí no está-. Dice Rotunda.
-No, no está-. Comfirma el enano.
En el futuro saldrán por fin de las cloacas, y conseguirán la olla, y también algo más...
-O no la ha visto, mmmh, mendrugo.
-Que no coño, que no estaba.
La olla está un poco chamuscadilla, pero el interior permanece.
-Bueno, ¿y qué va a ser de nosotros?... ¿seremos primer ministros de la araña?-. Está diciendo Rotunda.
Y también pueden robar a los pobres que están ataditos.
-Podemos no, debemos-. Rectifica Estólido. Pero siempre siguiendo las normas...
-Requisado con fines maléficos, para más gloria de Nudor (cuyos caminos son misteriosos)...
Ahora van con el Extraño...a la conquista del Mondo Gargüis...
...según la ley instaurada debidamente aqui y ahora.
...serán su mano derecha. Y tal y tal.
-Yo me pido ministro de cultura...-. Está diciendo Avieso.
-Por cierto, mmmmh, aah, Davieso nos pidió la olla, no lo que había dentro. Mmmmmh?
-...todo el dia de exposiciones y congresos.

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